jueves, 25 de abril de 2013

Panamá

Probablemente, no sea un buen tema para comenzar un blog... A lo mejor ni sea un buen tema para comenzar una conversación, aunque muchas veces se vuelve en uno excelente para empezar una discusión de esas airadas, con groserías, gritos, manoteos y cerveza.

Aunque llevo toda mi vida en este país, un cuarto de siglo no me ha servido de mucho para entender este país lleno de contrastes. Un país donde la fiesta y la tragedia social son el motor de un pueblo que cada día busca más y obtiene menos.

Y es que este pequeño país los sueños y desilusiones se convierten en uno para dar uno de esos confusos discursos donde no se entiende nada, pero de todas maneras se aplaude con tal de seguir la marea. En Panamá seguir un ideal no es nada fácil, casi siempre este puro, angelical e inocente sueño se distorsiona de tal modo que queda casi irreconocible.

Pero es que lo cierto es que Panamá no puede reconocerse por algo en específico. Estamos ubicados geográficamente en centroamerica, políticamente a sudamerica, con la idiosincrasia caribeña y con mentalidad casi anglosajona. Creo que esta confusión se ve reflejada en su población, la cual la verdad no sabe a donde pertenece.

Y esto es lo que busca Panamá, una identidad. Yo he tratado de conseguirla, pero en el camino comprendí algo... No se puede.

Panamá, este pedazo de tierra lleno de vicios e injusticias, oculta en su gente su mayor recurso. El panameño es fiestero porque no le gusta llorar, no es romántico porque no es hipócrita, es grosero porque así se divierte más, su hablar es sencillo porque le da pereza buscar en el diccionario. Eso sí, el panameño es trabajador y defensor en cuánto a la familia se trata, este es su único y más grande tesoro... Prefiere morir rodeado de seres queridos que desfallecer en una cama de oro.

Quieres comprender a Panamá, creo que con esta analogía es fácil ''Las mujeres no son para entenderlas sino para quererlas''; así mismo es con este país. Quiérelo con alma loca, descubre cada rincón en ellos encontrarás partes de ti mismo y si aún así no lo entiendes simplemente quiérelo más.